Gestión de la riqueza de las Islas Caimán con FIDULINK
Las Islas Caimán, un paraíso en medio del océano.
Territorio de ultramar del Reino Unido, las Islas Caimán se encuentran al oeste del Mar Caribe. Con una superficie de 260 km², este estado se compone de tres islas: Gran Caimán, Pequeño Caimán y Caimán Brac, la mayor de las cuales es Gran Caimán con 197 km² de superficie. Al ser un TOM del Reino Unido, el idioma oficial es el inglés. Hoy, el país tiene más de 45000 habitantes con un PIB de $ 32300 per cápita y un PIB nacional de más de $ 1,4 mil millones. A diferencia de otros territorios de ultramar del Reino Unido, la moneda utilizada en las Islas Caimán es el KYD o Dólar de las Islas Caimán. Considerado un paraíso fiscal por muchos economistas, el impuesto de sociedades no existe en estas islas, los únicos impuestos son los aranceles sobre los bienes importados que tienen diferentes tipos, un impuesto de timbre del 1% sobre las transacciones de los activos inmobiliarios, así como un impuesto de timbre sobre las transmisiones de bienes inmuebles al tipo estándar del 7,5%.
Gestión de la riqueza de las Islas Caimán con FIDULINK
Son muchas las ventajas de invertir en estas islas. De hecho, además de la inexistencia del impuesto sobre sociedades, el impuesto sobre la renta para los residentes fiscales en las Islas Caimán es bajo. Esto permite una inversión masiva en bienes raíces con solo unos pocos impuestos que no superan el 10%. Un paraíso fiscal para todos los inversores, ya sean particulares o profesionales. Con FIDULINK, administrar su patrimonio en las Islas Caimán está bien organizado.
Las habilidades de la plataforma de inversión le permitirán optimizar el uso de todos sus activos, empresas así como todos sus inmuebles. A diferencia de otros países donde el impuesto sobre la renta de las personas físicas a una tasa progresiva que puede superar el 25% para aquellos con ingresos muy altos, el impuesto sobre la renta en las Islas Caimán no supera la misma tasa del 20%. para las personas que generan ingresos colosales. El motivo de esta baja tributación o de la inexistencia de determinados impuestos se remonta a finales del siglo XVIII. En febrero de 1794, los habitantes de las islas rescataron a las tripulaciones de diez barcos comerciales que habían chocado contra el arrecife debido a la agitación del mar.
Este último encalló en las islas, y los caimaneses los rescataron. Por su gesto y como recompensa por su generosidad, el rey Jorge III prometió a los habitantes nunca crear impuestos. Además, uno de los barcos llevaba al Príncipe Guillermo, hijo de Jorge III y futuro Guillermo IV.
